jueves, 26 de junio de 2014

Watchman: El Comendiante


El guionista de 100 balas, Brian Azzarello, era otra elección bastante obvia dada su maestría en el género negro tan próximo a la obra de Moore. El encargado del apartado gráfico, J. G. Jones, dota a la historia de un acabado muy realista y efectivo. Ha sido bastante criticado el acercamiento de Azzarello al personaje de El Comediante al mostrarlo de una forma ambigua, no tan hijo de puta como aparece en la obra original (y en el resto de las miniseries de Before Watchmen por otra parte). Azzarello parece servirse de su protagonista para hacer un recorrido por la historia de Estados Unidos en la segunda mitad del siglo XX y, en particular, de los hermanos Kennedy. Es un tipo de historia ya muy sobreexplotada y tampoco encuentro justificación al benévolo tratamiento del personaje protagonista. Aún así es un cómic que se sigue con interés.

El Comediante convertido en un héroe al servicio del Estado como una mezcla de Capitán América y Nick Furia. Y nos presenta un lado mucho más humano de un personaje que (en palabras del cómic) “era poco menos que un nazi”.


Como ejemplo, en el primer número se redefine y suaviza la relación entre Blake y Kennedy, rompiendo la continuidad de la adaptación cinematográfica. Esta historia nos muestra a un hombre con principios y un estricto código de honor; y que, sin embargo, tiene las manos manchadas de sangre y un montón de secretos repugnantes que guardar.
  

El dibujo de Jones ayuda mucho, además. Pues su estilo realista, su manejo de los planos amplios y, de nuevo, la riqueza facial con la que dibuja a sus personajes, en ocasiones hace que nos creamos que leemos una película y no un cómic. Alex Sinclair, el colorista, se queda bien a gusto. Su iluminación, a veces un poco quemada, a veces demasiado sombría, da los toques justos para reforzar la sensación de realidad. Y aunque a ciertos ojos podría parecer deficiente, en conjunto logra unos resultados óptimos. Lo dicho, hasta el momento, mi preferida (a título personal) tanto por historia, como por aspecto visual.




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