La distinción entre «doctrinas políticas» e «ideas políticas» es, para todos los colaboradores de este libro, fundamental. Según el Littré, la doctrina es «el conjunto de dogmas, bien religiosos, bien filosóficos, que dirigen a un hombre en la interpretación de los hechos y en la dirección de su conducta». Según ello, la do ctrina es, por consiguiente, un sistema completo de pensamiento que descansa sobre un análisis teórico del hecho político. En este sentido, se habla de la doctrina de Aristóteles, de Cardin Le Bret o de Montesquieu, de los «doctrinarios» de la Restauración o de la «doctrina radical» cuyos elementos Alain trató de conjuntar. La expresión «ideas políticas» es más amplia. Aquí no se trata solamente de analizar los sistemas políticos elaborados por algunos pensadores, sino de volver a instalar estos sistemas dentro de un contexto histórico, de esforzarse por ver cómo nacieron y qué representaban para los hombres que vivían en esa época.Esta Historia de las ideas políticas, cuya primera edición en Editorial Tecnos se remonta a 1961, con numerosas reediciones y reimpresiones, es fácilmente considerada una obra clásica del pensamiento contemporáneo, de constante referencia en los estudios políticos de todos los países occidentales.
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